en esta edicion en Arquitectos al Fin del Mundo:

Elisa Cordero

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En esta oportunidad, y debido al tema de la actual edición “el color en la arquitectura”, decidimos presentarles a Elisa Cordero, una profesional del área del diseño. Sin embargo su trabajo con el color, plasmado en algunos edificios de la Universidad Austral, guarda una estrecha relación con la arquitectura.

Al tomar contacto con ella para averiguar en detalle lo referente a su profesión y obra, me envió un texto titulado “Elisa_100 palabras”, el cual es de tal claridad que luego de leerlo, decidimos publicar el texto tal cual fue enviado. 


 

 

Elisa en 100 palabras

Diseñadora Gráfica U.C.V, tiene estudios de animación, video y tipografía en la Kunstakademie de Düsseldorf, Alemania, y un Magíster en Educación para Entornos Virtuales en la Universidad Austral de Chile (UACh). Actualmente ejerce como académica en el Instituto de Arquitectura y Urbanismo en la UACh, donde dicta el curso „Color y Arquitectura“ y donde además realiza investigaciones centradas en el Color, aplicado a la docencia y la arquitectura, cuyos resultados ha presentado en congresos nacionales e internacionales. Es también encargada de Extensión de su unidad y editora de la Revista AUS (Arquitectura, Urbanismo, Sostenibilidad), perteneciente al Instituto donde trabaja. Es actualmente presidenta de la Asociación Chilena del Color.

 

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La asociación del color

Elisa es además la presidenta de la Asociación del Color Chileno, una organización nacional sin fines de lucro, orientada hacia la investigación y difusión del conocimiento con respecto al color.     http://www.asociaciondelcolor.cl/

 

 

Experiencia docente en diseño de color para vivienda social en Valdivia

Elisa Cordero / Debbie Guerra

Universidad Austral de Chile

 

Proyecto "Un techo para Chile"

 

 

 

 

Investigando acerca del tema del color en la arquitectura, surgieron muchas interrogantes. Amablemente Elisa accedió a contestar un breve cuestionario que realizamos.

 

¿Qué busca el color en la arquitectura?

Elisa: Según el alemán Friedrich Schmuck, la arquitectura no existe sin color, ya que los materiales en sí ya tienen color. Por esto, cualquier obra de arquitectura, por el hecho de existir, tiene color. A través de la historia vemos que el color en la arquitectura ha sido utilizado como ornamento, como símbolo de poder, como mensaje espiritual y también espacialmente, creando espacios a través del color y otras, minimizándolo para dejar que esplenda la forma. La “rivalidad” forma y color viene de tiempos antiguos, pues a pesar de que están íntimamente ligados, el color ha sido muchas veces visto como algo superficial, casi frívolo. 

El color y la arquitectura están íntimamente relacionados a las culturas y subculturas, que se identifican con sus colores, muchas veces sin darse cuenta de ello. Esto es muy interesante, porque en Valdivia por ejemplo, el amarillo es un color recurrente, que trajeron los colonos alemanes a la ciudad, pero que pasa casi desapercibido para los valdivianos. Es parte de su imaginario. Así mismo el color es usado como símbolo social, donde una casa del “barrio alto” en Chile, jamás sería pintada turquesa o verde nilo, por ejemplo.

El color se relaciona con la arquitectura en cuanto a usos, hay colores recomendados o definidos para ciertos espacios típicos, como oficinas o jardines infantiles, por ejemplo. También hay relación desde el punto de vista bioclimático, pues se puede temperar un espacio interior por ejemplo, a través del color que se utilice donde toca el sol. En la ciudad, se relaciona urbanamente al integrar vistas o conjuntos de casas y construcciones con la naturaleza (árboles, cerros, cielos, aguas) y los tiempos (estaciones del año, crecimiento).

¿Crees que en la nueva arquitectura se utiliza poco el color?

Hay una tendencia a utilizar el color del material, pero esto no es nuevo, viene del modernismo donde se privilegió la forma sobre el color. Sin embargo siempre han existido arquitectos que han trabajado el color, el mismo Le Corbusier tiene proyectos con mucho color. En Alemania estuvo Bruno Taut, al que Mies van der Rohe criticaba que era daltónico. Hoy hay varias oficinas internacionales que hacen nueva arquitectura utilizan sin problemas el color en sus propuestas, como por ejemplo  Sauerbruch&Hutton, Alsop, MVRDV y otras. Esto va de la mano con las grandes posibilidades que otorgan nuevos materiales como vidrios de colores, pinturas de alta resistencia a rayos UV, hormigones de colores, aceros prepintados, etc. En Santiago por ejemplo, Humberto Eliash se interesa mucho en el color y lo ha incorporado en varios proyectos. En el sur, Edward Rojas en Chiloé y Roberto Martínez en Valdivia.

 

¿Por qué crees que en el sur o en el norte se utiliza tanto el color, versus Santiago, que es todo más bien gris? ¿Rompe acaso el color, con la imagen ordenada que busca tener una gran ciudad?

Digamos que es casi “de buen gusto” utilizar poco o nada de color (sólo del material) en nuestra sociedad, esto tiene que ver con ser cosmopolitas. Las grandes urbes poseen grandes edificios que por tradición histórica han sido de hormigón, vidrio, etc. La modernidad es de arquitectura también cruda, color del material, madera, vidrio, hormigón. Esto se contrapone con el color de los barrios populares, donde la proliferación de colores vivos se debe a una necesidad de proteger el material de la intemperie con lo que haya disponible: pintura de catálogo básico, pintura que sobra de otras casas, que sobra de los botes (caso de barrios y ciudades portuarias como barrio La Boca o Valparaíso). Puede ser que en el sur y en el norte haya más “popularidad” que en Santiago, por eso la cantidad de colores. Puede ser que, al estar alejados del “centro”, no se esté tan modernizado. Goethe dice en su “Teoría del Color”, que sólo los salvajes y los niños gustan de los colores, la gente civilizada gusta del blanco y negro. Quizás se podría extrapolar esto a la arquitectura. Sin embargo la cultura mexicana por ejemplo, no tiene miedo al color. Barragán por ejemplo, con todo lo conservador que fue, utilizó sin complejos, colores vivos en sus proyectos. 

 

 

 


¿Cuál de los proyectos de arquitectura en los cuales has trabajado, te gustaría compartir con nuestros lectores? 

E l edificio de Filosofía y Humanidades tiene un proyecto de color interesante, por fuera tiende a mimetizarse con el lenguaje de los árboles a través de una textura de líneas  de verdes horizontales.  Por dentro, nos basamos en los colores de estampas japonesas que tenían como base tonos claros y fuertes golpes de rojo oscuro, azul intenso y negro, lo que por una parte da amplitud al espacio y por otra lo hace dinámico, no aburrido. También hay planos de verdes y grises azulosos muy oscuros que dan profundidad al ambiente. Por una parte mucha luz, vidrio y ventanales hacia el hermoso follaje del jardín botánico y potr otra salones oscuros (auditorio, sala de TV y cine) hacen de este lugar un centro de múltiples posibilidades.

 

 

 

Edificio de Filosofía y Humanidade Uach. Roberto Martínez, J.M. Biskupovic, Elisa Cordero.