en esta edicion en CitySur:

Parte 1

Valdivia / Obra urbana

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Valdivia desde Costanera Cultutal

Valdivia / Ficha técnica

Ubicación : Hemisferio Sur de América a 39°48´30´´ S de latitud y 73°14´30´´ O de longitud
Número de habitantes : 127.750 (datos censo 2002)
Clima : Oceánico
Mm de agua caída (anual): 2.593 mm
Economía : Industria de construcción naval, maderera, celulosa, cervecera y molinera, turismo
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Vista Valdivia

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Vista Canal Haverbeck

Valdivia / Obra urbana

La "Costanera Cultural Museos Uach" es en su totalidad un paseo peatonal cultural que abarca 180 metros lineales de borde río por siete metros de ancho, que une al Museo Histórico Maurice van de Maele, al Museo de Arte Contemporáneo (Mac), y al futuro Museo de la exploración Rudolph Amadeus Philippi - todas dependencias de la Uach- además del Parque Prochelle, permitiendo una conexión final, inclusive con el Puente Pedro de Valdivia.

La idea es generar un paseo cultural a orillas del río Valdivia conectando mediante un recorrido los museos existentes en el sector.

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Costanera Cultural

 

Costanera cultural Ficha técnica

 

Nombre de la Obra: Costanera Cultural etapas I y II

Ubicación: MAC, Borde Río Calle Calle

Mandante: Municipalidad de Valdivia, Programa de Espacios Públicos MINVU

Destino: Espacios Públicos, paseo peatonal borde río.

Superficie: 840 m2

Fecha de Edificación: 2005-2007

Arquitectos: Cristian Undurraga (Anteproyecto); Luis Silva, Secplan Municipalidad

de Valdivia (Desarrollo de Proyecto)

Unidad Técnica: Serviu Delegación Valdivia e I. Municipalidad de Valdivia

Especialidades: José Navarro (estructura e ingenierías); Secplan Municipalidad de

Valdivia (electricidad), Ingrid Reus Mardones (construcción).

 

Memoria

La nueva plataforma que permite vivenciar el borde rio con el skyline más reconocible de la ciudad de Valdivia, reconstituye la línea que poseía la antigua Cervecería Anwandter con su margen ribereña y que en parte de lo que hoy son sus ruinas cobija al Museo de Arte Contemporáneo (MAC). Cuando se hincaron los pilotes de fundación se encontraron vestigios del antiguo muelle que servia para el embarque del preciado y espumoso elixir que salía rumbo a otros confines. La costanera cultural, como nuevo espacio urbano, no sólo se relaciona visualmente con el río, sino que funcionalmente queda habilitado para el atraque de embarcaciones con la visación de obras portuarias. La propuesta considera la conexión futura entre el área de los Museos de la Universidad Austral de Chile y el Puente Pedro de Valdivia e incluso un posterior vínculo con el Jardín Botánico, generando y ganando un espacio público de recorrido peatonal y de exposiciones culturales, recreación, contemplación y de eventos cívicos, reforzando y revitalizando el vínculo histórico entre la ciudad y el cauce que le dio origen.

 

 

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Costanera Cultural

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Costanera Cultural

Costanera cultural / su situación actual

La Costanera Cultural es un paseo peatonal ubicado en la ribera del Río Valdivia, frente al Mercado Fluvial, rodeada de otros sitios de interés turístico y cultural, como es el caso del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), el Museo Phillippi, y el tradicional Museo Histórico y Antropológico Mauricio Van de Maele. Actualmente se han construido tres etapas del proyecto aprobado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, iniciado el año 2007, en el que han participado unidades técnicas Serviu y la Ilustre Municipalidad de Valdivia. Próximamente se implementará una cuarta etapa, que pretende extender la Costanera río abajo hasta el Museo Histórico, y río arriba hasta la Casa Prochelle, atravesando el Puente Pedro de Valdivia. El municipio espera además obtener una concesión marítima que permita la construcción de un embarcadero, que vendría a enriquecer aún más el atractivo turístico del lugar.

La Costanera es utilizada para la realización de diversos tipos de actividades ciudadanas, tales como conciertos, exposiciones y todo tipo de manifestaciones artísticas que permiten acercar algunas expresiones culturales a la comunidad valdiviana, y que hacen de este hermoso emplazamiento mucho más que un paseo peatonal. Es importante destacar que muchas instituciones de educación y otras organizaciones han efectuado diferentes eventos en esta Costanera, pues solo basta solicitar un permiso municipal para llevarlas a cabo.

La situación jurídica de la Costanera Cultural es un tanto compleja, ya que si bien se encuentra emplazada en terrenos de propiedad de la Universidad Austral de Chile, por ser ribera de río posee la calidad de bien nacional de uso público, es decir, un lugar de libre acceso para todos los habitantes de la nación, de la misma manera en que lo es una calle o una plaza. Sin embargo, por encontrarse junto a sitios de propiedad privada, y a lugares de alto interés patrimonial, el ingreso se encuentra en parte restringido, principalmente por motivos de seguridad durante las noches.

Lo mismo ocurre con el Parque Prochelle, declarado Monumento Nacional a través del Decreto Supremo 918, de 28 de noviembre de 1985. Este parque fue adquirido por la Municipalidad de Valdivia en 1977, y corresponde a uno de los cinco parques municipales de la ciudad, junto con los Parques Saval, Santa Inés, Harnecker y Krammer. Al ser un Monumento Nacional, si bien el ingreso durante el día es absolutamente libre para todas las personas, durante las noches se encuentra cerrado, en un horario que distingue la época del año en que estemos, llegando a cerrarse en la temporada estival a las 12 de la noche.

En la tercera etapa de la Costanera Cultural, el año 2009, se habilitó una vía a ella por el Parque Prochelle (antes sólo había una entrada por la Universidad, controlada por dicha Casa de Estudios), y si bien en un comienzo el acceso era absolutamente libre, con el tiempo hubo que tomar medidas, ya que por las noches llegaban mochileros y jóvenes a beber alcohol, causando destrozos en los asientos del Parque, dejando basura en sitios no autorizados, y ocasionando otro tipo de daños. Es por estos motivos que el Parque Prochelle se encuentra cercado, ya que si bien desde un punto de vista estético la solución puede no ser la más óptima, deben considerarse los mencionados aspectos funcionales que de otro modo dificultarían el mantenimiento y conservación de estos lugares.

En este sentido, si bien lo ideal sería adoptar políticas que refuercen la educación cívica de la ciudadanía, muchas veces el municipio debe adoptar soluciones en el corto plazo, que permitan resguardar nuestro bello entorno y, así, poder aspirar a posicionar a la ciudad como la capital cultural del sur de Chile.

 

Natalia Rodríguez. Abogada

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Parque Prochelle

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Parque Prochelle

Carta desde Berlín a Valdivia

Las ciudades remiten a imágenes; Santiago su cordillera nevada, Valparaíso su mar, Valdivia su río. No obstante, muchas veces estas postales son utilizadas por los habitantes de dichas ciudades para precisamente lo contrario: para olvidar la ciudad, que están ahí, que viven ahí, y abstraerse contemplando algo inmenso que no los remita a nada.

Viajar es un ejercicio similar en más de un aspecto. Es cambiar de aires pero a la vez es recordar, es comparar. Siendo chileno, latinoamericano, esto es especialmente irritante dado nuestro vicio por encontrar siempre mejor lo otro. Muchas veces, sino siempre, el imperativo es aprender más que a simplemente apreciar.

Una tarde de domingo decido ir a caminar a la costanera del río Spree, el principal afluente de Berlín. Es un río de carácter urbano, con su ribera totalmente pavimentada por lado y lado, dándole uniformidad al calmo, domesticado torrente que parece avanzar respetuosamente entre la solemnidad de los edificios gubernamentales de la nueva república alemana. Son enormes estructuras de acero y vidrio como la cúpula del Reichstag o la nueva estación de trenes de Berlín, la más grande y apoteósica de Europa, que pretenden sugerir la idea de transparencia en una urbe que hasta hace poco era sinónimo de muros y complots políticos. De paso, de pronto, dialogan con el elemento agua del sinuoso Spree.

 Flashes de múltiples cámaras fotográficas me distraen. No son paparazzos precisamente, sino una horda de turistas que surcan el Spree capturando todo a su paso. Quieren llevarse a sus casas un pedazo de historia, de arquitectura, de modernidad, cosas que en Berlín parecen sobrar. Así, barcaza tras barcaza, barcaza contra barcaza, congestiona el angosto río, que funciona como una fantástica plataforma para recorrer y admirar los hitos urbanos de la capital alemana. Pero no todo son turistas. El último modelo de Audi flota solitario sobre una balsa mientras las velas de un pequeño velero tientan a contratar un nuevo plan de llamadas móviles. Es imposible abstraerse: es verano en Berlín.

Es invierno en Valdivia. En Valdivia es un tanto distinto. Es más la gente que gusta caminar por la costanera para contemplar el río que la que se sube a un barco para apreciar la ciudad. Los edificios no lucen por su espectacularidad - excepto uno que todos sabemos, pero que preferimos omitir - sino más bien que por la “vista” que poseen del río. El Calle Calle - propongo de forma muy seria que se llame Calle Calle también al Valdivia, es muy confuso -  serpentea de manera más bruta, es más ancho y modela la ciudad, no al revés. Hay algo salvaje en sus aguas que si bien inspiran calma, también se sabe que son hondas, correntosas y, como dice el folclor de la ciudad, hasta traicioneras. No pretendo hacer una apología de la salvaje naturaleza americana versus el domesticado paisaje europeo, pero sin duda, algo de eso hay. Los rascacielos de Santiago, aunque sean los más altos de todo hemisferio sur, nunca sobrepasarán en espectacularidad a la cordillera. Los buques de Valparaíso siempre se verán como juguetes a algunos kilómetros de la costa. Valdivia siempre será el Calle Calle.

 

Javier Mardones, Periodista.

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Río Calle-Calle

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Río Spree Berlín